¿Cómo llegó El Otro Yo a tocar ante menos de mil personas en un Obras supuestamente agotado? En la quinta fecha del Pepsi Music, que se realizó en el escenario indoors, el público alternativo fue la minoría, a pesar de tener a su grupo de cabecera como headliner. Smitten había arrancado puntual a las 18:45 y calentó a buena parte de la concurrencia total a fuerza de covers y citas a hits como "Take Me Out" y "Seven Nation Army". Cuando llegó el turno de Las Pastillas del Abuelo, la sala estaba inundada por esas largas bolsas inflables y gran parte de sus fanáticos. El público, amigo del rock reggae-candombero, se quedó a hacerle el aguante con igual fervor a los No Te Va A Gustar. "Somo' urugayo, somo' argentino, pero chilenos no", insistió la audiencia y fue apaciguada por Emiliano Brancciari, que no se comportó tan políticamente correcto ante los cantos de "El Otro Yo, El Otro Yo, El Otro Yo, que se vaya a la puta que lo parió". El grupo charrúa se fue con sus simpatizantes y en la cancha de básquet quedó menos de un quinto de la gente que albergaba pocos minutos atrás. Una pena, porque el show de EOY no sólo fue la performance más elaborada de la fecha (con proyecciones diseñadas para cada uno de los 27 temas), sino también la que mejor sonó. Está claro que las distancias entre los públicos y las bandas muchas veces no las borra un festival. Quedará en manos de la organización definir con mejor criterio las fechas temáticas.
Fuente: Rolling Stone
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